martes, 31 de diciembre de 2013

EL PUNTO 54 DEL PAPA FRANCISCO (José Manuel Cansino en La Razón el 30/12/2013)



Precedido por una gran aceptación mediática, recientemente el Papa Francisco ha tenido oportunidad de estrenarse con su primer documento doctrinal. Lo ha hecho en la denominada exhortación apostólica EVANGELII GAUDIUM publicada el 26 de Noviembre.



El documento tiene un elevado contenido económico que motiva su comentario en esta tribuna. Además ha dado pie a una breve pero cualificada polémica por un aspecto novedoso que incorpora.
Efectivamente en su punto 54 el Santo Padre ha escrito "algunos todavía defienden las teorías del «derrame», que suponen que todo crecimiento económico, favorecido por la libertad de mercado, logra provocar por sí mismo mayor equidad e inclusión social en el mundo".
La "teoría del derrame" ha sido la traducción al español elegida por el Vaticano para la originariamente denominada en EE.UU. "trickle-down theory". En virtud de esta teoría las rebajas de impuestos provocan un efecto positivo sobre la economía y no sólo sobre los más ricos (que son los principales beneficiarios), sino sobre el conjunto de la sociedad provocando así un efecto inclusivo de los más pobres.
La novedad del documento del Sumo Pontífice estriba en que la Iglesia no acostumbra a pronunciarse sobre las soluciones técnicas concretas que la Ciencia Económica aporta. Probablemente sea la mejor forma de no equivocarse vista la frecuencia con la que esta Ciencia yerra.
El ejemplo más reciente de este habitual no pronunciamiento sobre la oportunidad de recetas económicas concretas se encuentra en la Encíclica Cáritas in Veritate de su predecesor Benedicto XVI. El Papa emérito escribió "La Iglesia no tiene soluciones técnicas que ofrecer y no pretende «de ninguna manera mezclarse en la política de los Estados»". Estas afirmaciones las sostenía sobre cuatro documentos pontificales de primer orden, la Constitución pastoral Gaudium et spes (1965), la Encíclica  Populorum progressio, de Pablo VI (1967), la Carta apostolica Octogesima adveniens también de Pablo VI (1971), y la Encíclica Centesimus annus de Juan Pablo II (1991).
Sin embargo, en esta ocasión, el Papa Francisco ha hablado de la "Teoría del Derrame" afirmando que "jamás ha sido confirmada por los hechos" y que "expresa una confianza burda e ingenua en la bondad de quienes detentan el poder económico y en los mecanismos sacralizados del sistema económico imperante".
Probablemente por esa opinión sobre la Teoría del Derrame, algunos Economistas Académicos habitualmente ajenos a la valoración de los documentos Morales, han expresado su opinión. Una de las que mayor eco ha tenido a pesar de su brevedad ha sido la del Director del Departamento de Economía de la Universidad de Harvard, Greg Mankiw. Lo ha hecho en forma de breve comentario o 'post' en su blog con tres observaciones a este punto 54 de la Exhortación Apostólica.


(El profesor Greg Mankiw)


El primer comentario es de tipo académico (una defensa del libre mercado como determinante del desarrollo y de una sociedad más moral). El tercero es de carácter irónico (dice que le hubiese gustado leer la valoración de la Papa de las exenciones fiscales de la Iglesia). El segundo es de carácter político.
Esta segunda observación del profesor Mankiw radica en el hecho de que la "teoría del derrame" ("trikled-down theory") es una manera peyorativa en la que la izquierda estadounidense se refiere a la misma. De hecho, su acuñación se atribuye al humorista Will Rogers en la etapa de la Gran Depresión iniciada con el crack de 1929. Se volvió a utilizar para descalificar la política económica de los gobiernos de Ronald Reagan (la "Reaganomics"). Por todo ello, Mankiw sostiene que los documentos papales deben propiciar debates rigurosos y no contaminados por términos peyorativos.

Sea como fuere, hay que reconocer al menos dos interesantes resultados de este primer documento teologal que el Papa Francisco rubrica. El primero que el Papa haya descendido al arriesgado terreno de la técnica desde la Teología, lo que -como se ha visto- no es algo precisamente cómodo en una Ciencia tan viscosa como la Económica. El segundo es que los Economistas -principalmente los académicos- no se hayan mostrado indiferentes ante un documento que sin forzar las cosas puede sumarse a la Doctrina Social de la Iglesia. Cuando Ética y Economía dejan de ser disciplinas autistas, las personas salimos ganando.

José Manuel Cansino Muñoz-Repiso. Profesor Titular de la Universidad de Sevilla.

lunes, 23 de diciembre de 2013

El semanario italiano 'Panorama' me pide mi opinión sobre una posible Cataluña independiente

Esto es lo que publica la revista-semanario 'Panorama' (nº 2485, página 35) que me pregunta por la viabilidad de una hipotética Cataluña independiente:

"La Catalogna, dal punto di vista delle finanze pubbliche, è una regione ampiamente sovvenzionata dal governo iberico da diversi anni. Il debito pubblico dichiarato alla Banca di Spagna é di oltre 53 millardi di euro. Senza la protezione della Spagna e fuori dall'Ue, il debito sovrano di una 'ipotetica Catalogna indiependiente non avrebbe spazio nei mercati finanziari internazionali. Senza la possibilità di indebitarsi ulteriormente, il noestato non protebbe mantenere i servizi pubblici essenziali. Nouve spese per la difesa e gli affaria esteria sarebbero del tutto insostenibilli."

Este es el texto que remití

"Desde el punto de vista de las finanzas públicas, Cataluña es una región que lleva años rescatada por el Gobierno de España. Su deuda pública reconocida alcanza los 53.665 millones de euros según las cifras del Banco de España. Sin el aval de España y fuera de la UE, la deuda pública de una hipotética Cataluña independiente no encontraría colación en los mercados financieros internacionales. Sin los ingresos de un mayor endeudamiento, Cataluña no podría mantener los servicios públicos básicos -educación, sanidad y atención a la dependencia-. Si seguir financiando estos servicios elementales sería ya imposible, asumir nuevos gastos propios de un Estado Independiende (por ejemplo, Defensa y representación exterior) sería imposible de soportar por su economía.


José Manuel  Cansino es Profesor Titular de la Universidad de Sevilla y profesor invitado de la Universidad de Lund (Suecia)."

Lo que Vanessa vale (José Manuel Cansino en La Razón el 23/12/2013)


  
Bien porque se prevén unas grandes rebajas en enero y con ellas el retraso de muchas compras, bien por pintar de color el oscuro panorama, lo cierto es que el alumbrado navideño se adelantó este año.
Y fue paseando envuelto por el frío, alumbrado por las guirnaldas y visitando Nacimientos cuando nos la encontramos.


Tenía en su cara dibujada la felicidad y en los brazos a Vanessa; unos ojos azules que cabían en cuatro meses y que verán -Dios lo quiera- escribir su vida.
La propuesta que le hicieron a la madre de Vanessa fue 700 euros y nueve horas al día, o a la calle. Es posible que tuviese más suerte que miles de madres a las que sólo les mostraron la puerta de la calle cuando todo empezó a derrumbarse en 2008, pero esas fueron las opciones en este caso.
Los economistas llamamos 'salario de reserva' al salario por debajo del cual no aceptamos un empleo.
El valor concreto del salario de reserva es diferente para cada persona pero la Ciencia Económica se basa en la Ley de los grandes números y, con demasiado desacierto, sólo aspira a calcular valores promedio o, todo lo más, valores promedio diferenciados por rango de edad, sexo o nivel de estudios.
Hay varios factores que hacen que el salario de reserva suba o baje. Uno de ellos y probablemente el más discutido es la cuantía de la prestación por desempleo y la duración de esta.
Una prestación por desempleo elevada y prolongada en el tiempo hace que el salario de reserva aumente respondiendo a un razonamiento inmediato que viene a decirnos, "por pocos euros más que me ofrecen en este trabajo, prefiero seguir en casa cobrando el desempleo”. Y es sobre este argumento sobre el que se apoyan quienes defienden tanto la disminución de la prestación como la duración de la misma. Con ello pretenden reducir el nivel de paro favoreciendo que los desempleados acepten nuevos trabajos por la perentoria razón de no tener otros ingresos.
Los economistas, que también tenemos nombre para esto, lo denominamos transición del desempleo hacía el empleo, pero también podríamos llamarlo "procesión" hacia el empleo o principio de "quillo, no hay más remedio que ponerse a trabajar".
Estimo que a la madre de Vanessa llegaron en los seis primeros meses de paro unos 653 euros mensuales. Si sigue sin encontrar un empleo que supere su salario de reserva, aún podrá cobrar unos 617,74 euros al mes durante otros dieciocho meses.
De momento lo que podemos afirmar es que el salario de reserva de la madre de Vanessa está por encima de 700 euros y nueve horas de trabajo diarias, parte de las cuales se cobrarán en dinero B y, naturalmente, su empresa no cotizara por ellas.
Así qué "sabes lo que te digo, José Manuel" que yo con mi paro y lo que gana mi marido me quedo criando a esta -ahí estaban los cuatro meses de ojos azules de Vanessa- y no la dejo con nadie. El profesor Rafael Sánchez Saus ha recordado estos días el problema demográfico escribiendo “sin merecer una sola portada de periódico, el problema demográfico se ha ido convirtiendo en la principal amenaza que gravita en el medio y el largo plazo sobre la sociedad española”.
Estar con Vanessa cada minuto de sus primeros años le supone a la madre renunciar a 47 euros mensuales los primeros meses y 82,26 euros hasta que alcance los dos años.  Habrá quien diga que criar a Vanessa vale la suma de todo a lo que renuncia.
La madre de Vanessa seguirá figurando en la dramática lista de desempleados y las personas que trabajamos le financiaremos su prestación como ella hizo cuando trabajaba con quienes no tenían empleo.
Conozco a esta mujer y no le teme al trabajo. Todo lo contrario. Anduvo peleando hasta el final incluso cuando sabía que su empresa se iba a pique porque la Administración no abonaba las facturas pendientes y el banco ya no renovó ninguna póliza de crédito más.
Saldremos de la crisis y Vanessa verá a su madre encontrar un nuevo empleo y llegar tarde a casa con la espalda destrozada -su trabajo le obliga a pasar muchas horas de pie tras un mostrador-. Pero cuando llegue, le regalará el mejor tiempo del día. Era lo que estaba haciendo aquella tarde cuando su familia y la mía paseábamos visitando Nacimientos.

Saldremos de esta. Siempre se sale. Pero cuando esto pase, no duden de que los que ahora se lamentan de las barbaridades cometidas en el tiempo de la burbuja, no tardarán un instante en volver a hacer lo mismo. Entre otras cosas, a cambio de pagar 700 euros mensuales por nueve horas al día.

José Manuel Cansino Muñoz-Repiso. Profesor Titular de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Astilleros, petroleras y espías (José Manuel Cansino en La Razón el 9/12/2013)

 ¿Qué pueden enseñar acerca del funcionamiento de las empresas profesores a los que la legislación les dificulta poner una mano en la gestión empresarial durante toda su vida académica? Éste fue uno de los desafíos que puso encima de la mesa el profesor José T. Raga con el rigor provocador que le caracteriza. Lo hizo con motivo de su intervención en la presentación del Programa de doctorado en Ciencias Económicas, Empresariales y Sociales de la Universidad de Sevilla. Efectivamente, el estatus de trabajar «a tiempo completo» hace muy difícil compartir la actividad docente y la profesional; algo que no ocurre, por ejemplo, con los profesores de las ciencias de la salud.
Y es que el equilibrio entre la oferta y la demanda tiene poco que ver con el acuerdo que se ha cerrado a finales de noviembre entre Repsol y el Gobierno argentino. Un acuerdo con implicaciones directas para la industria naval gallega que merece un análisis detenido por las varias implicaciones que conlleva.



Como es sabido, en abril de 2012 el Gobierno argentino expropió el 51 % de YPF, filial de la compañía española Repsol. Pocas certezas hay en economía pero una de ellas es que sin seguridad jurídica no puede desarrollarse el comercio. Por tanto, antes o después, el Gobierno argentino tenía que acordar un pago indemnizatorio por la expropiación. Recuperar la confianza de los inversores extranjeros en Argentina va a tardar en restablecerse pero mucho más si el acuerdo con Repsol no se hubiera cerrado.
Y es aquí que entró en juego –poco limpio– uno de los accionistas de Repsol: la empresa semipública Petróleos de México –Pemex–. Esta empresa es propietaria desde los años 90 del siglo pasado del 9,4 % del accionariado de Repsol y ha mostrado repetidamente su interés por ampliar su presencia bien comprando el 20% en manos de Sacyr o el 12% en poder de La Caixa. El interés de la compañía Repsol está no en sus yacimientos (expropiados) sino en su negocio de exploración.
Paralelamente, Pemex firmó en mayo de 2012 (justo después de la expropiación argentina) un contrato con la Junta de Galicia que implicaba el desarrollo de una inversión de 250 millones de euros y la generación de unos 2.500 empleos en el sector naval. Repárese en que lo que Pemex firma con la Junta de Galicia es un contrato y no un documento político. Así lo ha puesto de manifiesto un informe de la Abogacía del Estado.
Cualquier incumplimiento de un contrato por parte de una empresa semipública de la entidad de Pemex no sólo compromete la credibilidad de la empresa, también la del Gobierno copropietario.
El contrato de Pemex consistía en la construcción de 14 remolcadores, dos barcos-hotel y una gran plataforma logística en Punta Langosteira (La Coruña) para todo el suministro a Europa. Tengamos en cuenta que el petróleo que España importa del Golfo de México es una parte estratégica de nuestro mix de abastecimiento. Los contratos con la industria naval incumbían a las empresas Hijos de Barreras (Vigo) y Navantia (Ferrol).
¿Y qué tiene que ver la industria naval con la indemnización de Argentina a Repsol? Pues algo que desde luego no está en un gráfico de curvas de demanda y oferta.
La indemnización que el Gobierno argentino ha ofrecido es de 5.000 millones de dólares. En un primer momento, 1.500 millones en efectivo y 3.500 en activos petrolíferos en empresas de las que Repsol sería socio minoritario. Un acuerdo que fue rechazado por el Consejo de Administración de Repsol.
A partir de aquí, las informaciones que han trascendido evidencian que el Gobierno argentino ha utilizado el interés de Pemex de expandirse en el país austral a cambio de que presione para que Repsol aceptase el acuerdo.
La presión más visible pero no la única fue su anuncio de no cumplir sus compromisos con la industria naval gallega.
Las presiones menos visibles han podido ser las de intentar convencer tanto a Sacyr como a La Caixa para que votasen a favor de la propuesta argentina. De hecho, se llegaron a ofrecer a Sacyr suculentos contratos para la construcción de infraestructuras en Argentina. Finalmente, ni Sacyr ni La Caixa (que desarrolla el 76% de su negocio fuera de Cataluña) se plegaron a los intereses de Pemex.
La otra maniobra que ha trascendido de Pemex ha sido pedir la influencia del magnate mexicano Carlos Slim en favor de la oferta argentina a cambio del desarrollo de su empresa América Móvil en ese país.
El Gobierno español ha desplegado una intensa y eficaz labor diplomática (lleva haciéndolo desde la expropiación de YPF) que ha cambiado, por ejemplo, el futuro inmediato de la industria gallega.
Finalmente la oferta del Gobierno argentino aceptada por Repsol ha sido cambiar los 3.500 millones de euros en activos de valoración muy discutible por 3.700 millones en títulos de deuda pública (que, no obstante, tienen una alta calificación de riesgo). Además, Pemex ha desbloqueado sus compromisos con la industria naval gallega.
Hay varias lecciones que deben extraerse de este sórdido episodio de intereses.
La primera es que si la seguridad jurídica argentina ya había quedado en evidencia con la expropiación de YPF, la mexicana no ha salido, precisamente, bien parada.
La segunda es que los astilleros españoles deben seguir ganando en competitividad, por ejemplo como la que ya tienen en la construcción de buques metaneros, pero el resto del desarrollo del negocio nada tiene que ver con la ley de la oferta y la demanda sino con el ejercicio de lobby y un eficaz servicio de inteligencia.
La tercera es que no puede ser práctica habitual de una industria salir a manifestarse para que sea el Estado quien le garantice la supervivencia. ¿Por qué los mineros o los trabajadores del sector naval pueden salir a exigir que el Gobierno reflote su industria y no lo hacen con el mismo eco los albañiles, periodistas o camareros?
Muchas de estas lecciones faltan en las facultades de Economía de nuestra Nación por esa obsesión por dificultar que quienes enseñan Economía tengan un contacto directo con las empresas; al menos como los docentes sanitarios tienen con los pacientes.
José Manuel Cansino

lunes, 16 de diciembre de 2013

ENTENDIENDO LA FACTURA DE LA LUZ (José Manuel Cansino en La Razón el 16/12/2013)



Para entender su factura eléctrica y la importancia de la reforma de este sector que ahora se debate, permítame recomendarle lo siguiente.
En primer lugar elimine del precio final el 21 % de IVA.En definitiva de esto no tiene la culpa el sector eléctrico ya que es un impuesto general sobre el consumo y Vd lo paga en casi cualquier otro servicio que tenga contratado.
Luego quítele también casi un 5 % de un impuesto especial sobre la electricidad. Este sí es un impuesto que no tiene que pagar en otros suministros pero, ojo, hay pagos similares por la recogida de basuras o el consumo de agua que también son servicios y suministros cotidianos en su hogar.
Después de impuestos Vd se queda con el grueso de su factura. Esa que tan vertiginosamente está creciendo en muy pocos años, que se espera que siga creciendo y que hace de la luz española una de las dos más caras de la Unión Europea.



Ese grueso que supone pagar entorno a 17 céntimos de euro por Kilowatio/hora consumido, incluye tres conceptos de importancia desigual; el más importante es el precio del consumo eléctrico de su hogar, el precio de la potencia instalada que Vd ha decidido tener y el precio de alquiler de equipos de contador que permiten facturarle.
Sigamos. El precio de la energía se divide en dos partes prácticamente iguales. Es el final de un proceso largo de generación, transporte y comercialización de la electricidad pero es una fotografía bastante ajustada.
Esas dos partes funcionan de manera muy diferente. Una representa ‘el componente de mercado’. Es el resultado de subastas trimestrales en un mercado en el que cada día hay que casar la oferta con la demanda de electricidad garantizando que no haya interrupciones en el suministro. El precio diario de este mercado es el que se está disparando estos días por encima de los 90 euros porMegawatio/hora. Un precio que no alcanzaba ese valor desde 2002 y que ha motivado que el Gobierno pida a la Comisión Nacional de la Competencia que averigüe qué ha ocurrido.
Bien ¿por qué se pide a esta Comisión que investigue la subida del precio? Porque el 96 % del mercado de generación eléctrica lo abastecen sólo tres empresas (Endesa, Iberdrola y Gas Natural-Unión Fenosa) lo que hace de los acuerdos colusivos una posibilidad técnica. Aunque esta cuestión es muy compleja, una gestión estratégica de la composición de la oferta eléctrica puede hacer que el precio suba o baje mucho.
La segunda parte del grueso de su factura es la denominada ‘parte regulada’ y viene establecida por normativa estatal.
Esta parte es la que intenta financiar los costes del sistema eléctrico español; el sistema que garantiza que industrias y familias tengan acceso a esta electricidad pero a un precio verdaderamente alto.
Si los ingresos no cubren los costes del sistema se produce el denominado déficit de tarifa (se preveía para este año casi 6.000 millones de euros). El déficit acumulado año a año asciende ahora a unos 30.000 millones de euros.
Entre los costes a financiar no sólo están las primas a las energías renovables aunque probablemente sea el componente que más debate ha generado por el ‘boom’ de estas tecnologías, especialmente la fotovoltáica. Sin embargo y aún siendo la cuantía de las primas un aspecto muy discutible, ya existía un fuerte déficit de tarifa en 2005 cuando las plantas fotovoltáicas no estaban en funcionamiento.
La otra parte importante de este componente ‘regulado’ del precio de su consumo eléctrico es el coste de financiar el transporte y la distribución de electricidad desde donde se produce hasta su casa. Este coste está fijado en gran medida por la única empresa que en régimen de monopolio transporta la electricidad, Red Eléctrica Española. Es un coste que nunca se ha auditado. En otros términos este coste se fija según el criterio de la empresa monopolista a quien le incumbe.
De manera que en su recibo de la luz, que seguramente estará acogido a la TUR (Tarifa de Último Recurso), Vdpaga tres cosas; impuestos, precio de mercado de la energía eléctrica y parte de los costes del funcionamiento del sistema. Las dos últimas partes son verdaderamente complejas.
De todo esto se acaba de tratar en un exhaustivo Seminario de Expertos organizado por la Cátedra de 
Economía de la Energía y del Medio Ambiente que la Fundación Roger Torné financia en la Universidad de Sevilla y que ha contado con dos grandes expertos; María José Colinet y Carlos Serra.
Con todo Vd (y yo) preparémonos para futuras subidas, bien sea en el recibo bien sea a través de los Presupuestos Generales del Estado.

martes, 3 de diciembre de 2013

BALANCE: CUESTA ABAJO Y CON FRENOS (José Manuel Cansino en La Razón el 2/12/2013)


En lo que llevamos de 2013 las empresas españolas han seguido mostrando resultados negativos aunque menos lesivos que en 2012. Esto es lo que se desprende de la información publicada por el Banco de España en su Boletín Económico de Noviembre que acaba de ver la luz.
Este Boletín –imprescindible para cualquier analista de la coyuntura económica española- contiene una jugosa información procedente de la Central de Balances Anual y de la Central de Balances Trimestral (CBT).



La CBT ofrece información de una muestra de 746 empresas que representan el 12.6 % del Valor Añadido Bruto (VAB) nacional; variable que gruesamente podemos asimilar al PIB. Los datos se refieren a las empresas no financieras, esto es, incluyen a la mayoría pues sólo se quedan fuera las entidades bancarias y empresas de seguro. La fuente de información primaria son encuestas que las empresas envían voluntariamente al Banco de España y se conjugan con los datos que ofrecen los registros mercantiles en los que las empresas han de depositar anualmente sus cuentas. La información de los registros mercantiles sirve para corregir el sesgo hacia las grandes empresas que son las únicas que se pueden permitir rellenar encuestas y remitirlas a la CBT.
Entre 2007 y 2012, las empresas españolas habían acumulado una caída de más del 25 % de su VAB; una cifra que por sí misma justifica el término ‘Gran recesión’ con el que los economistas nos referimos a estos años durísimos que no supimos prever. Es una caída que se reparte desigualmente entre sectores pero que ha golpeado con mayor dureza a tres; Construcción (17.2 %), Comercio (7.3 %) e industria manufacturera (5.4 %). El comportamiento de estos tres sectores explica el 70 % de la destrucción de empleos en España; unos cuatro millones desde el inicio de la crisis.
Pues bien, este recorrido ‘cuesta abajo’ parece que persiste en 2013 pero con frenada. Los datos ofrecidos por el Banco de España sostienen que la caída del VAB es ahora del 2.2 % frente al descenso del 4.5 % en 2012. Bien es cierto que para llegar a esta cifra han descontado el efecto distorsionador del sector energético que se ha visto afectado, entre otras cosas, por la rotura del suministro de gas procedente de Egipto. La ‘Primavera árabe’ está teniendo unas consecuencias económicas nefastas para estos países.
Junto a lo anterior, el comportamiento del Resultado Económico Bruto se muestra coherente con el del VAB, disminuyendo un 2 % en los tres trimestres de 2013 frente a una caída del 7.5 % en 2012. Esto es lo que explica que cuando ahora preguntamos a propios y extraños lo de ‘¿cómo va la cosa?’, la respuesta no sea inequívocamente ‘la cosa está fatal’, sino que depende del sector en el que se mueva nuestro interlocutor.
Con todo, el comercio y la hostelería siguen llevándose la peor parte con una caída en lo que llevamos de 2013 del 4.6 % de su VAB. Este sector y el de la Información y comunicación concentran el mayor número de despidos en lo que va de año. Despidos que explican que el gasto en personal en las empresas no financieras españolas siga disminuyendo a razón de un 1.9 % en 2013; también un poco menos que en 2012.
Las exportaciones continúan siendo el componente más dinámico del sector empresarial no financiero español y dentro de él, del sector industrial en el que las exportaciones tienen un protagonismo mayor. Siguencobrando peso los destinos exportadores fuera de la Unión Europea. Por productos, muestran un muy buen perfil exportador la fabricación de materiales de transporte y la fabricación de productos minerales o metálicos. El reverso de estos sectores está en la caída en las exportaciones de la industria de la alimentación, bebidas y tabaco y de productos informáticos y electrónicos.
En definitiva, los datos no permiten hacer ninguna lectura triunfalista de la actividad económica sino más bien ratificar que la superación de la crisis será prolongada en el tiempo, muy apoyada en reducciones salariales que tardaremos décadas en recuperar y, en cualquier caso, vendrá en buena parte del extranjero.


José Manuel Cansino Muñoz-Repiso. Profesor Titular de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla.