jueves, 25 de diciembre de 2014

El riesgo moral de reestructurar la deuda autonómica (José Manuel Cansino en La Razón el 22/12/2014)


El Ministerio de Hacienda parece estar considerando la reestructuración de la deuda autonómica y esto, en Economía, puede legitimar conductas de indisciplina presupuestaria como consecuencia de incurrir en lo que los economistas llamamos 'riesgo moral' (moral hazard en su denominación original en ingles). Pero ¿que es esto del moral hazard ?



El riesgo moral ocurre cuando los agentes toman acciones que afectan a la probabilidad de que algún evento ocurra y esas acciones no son verificables. Dicho así ni siquiera la mayoría de los economistas lo entenderían, así que intentémoslo sirviéndonos de algún ejemplo cercano en el tiempo como los rescates de Grecia.
El riesgo moral consistiría en el comportamiento perverso que hace que los acreedores de Grecia, ante el posible incumplimiento de pagar su deuda le sigan prestando fondos por que cuentan con que siempre habrá un prestamista de última instancia (Alemania o el Banco Central Europeo) que resolverá el problema. 
Aplicado al caso de la deuda autonómica, el riesgo moral llevaría a la regiones más endeudadas a seguir manteniendo una disciplina presupuestaria relajada en la convicción de que, al final, el perverso 'Estado central' (es decir, Vd y yo, nuestros hijos y nuestros nietos) asumirá su deuda.
La deuda de las comunidades autónomas alcanza ya los 232.000 millones según datos del Banco de España, esto es, el 22% del PIB español, el nivel más alto de la historia. Cuando la prima de riesgo española se desbocó, las autonomías fueron incapaces de colocar su deuda en los mercados internacionales de capitales pues estaban prácticamente cerrados o pedían tipos de interés exorbitados. Fue entonces cuando tuvieron que recurrir -casi en su totalidad- a la ayuda financiera del 'terrible' Estado Central ya que este sí podía tener acceso al ahorro internacional aunque a un interés muy alto. 
Para esto se crearon dos instrumentos; el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) y el Plan de Pago a Proveedores. Entre FLA y el plan de pago a proveedores, las autonomías han recibido más de 85.000 millones de euros desde 2012. Este dinero prestado les ha permitido afrontar tres cuestiones; 1) abonar la deuda comercial atrasada, 2) financiar el déficit público anual y 3) afrontar los vencimientos y amortizar la deuda. Sin este auxilio, algunas regiones hubieran quebrado literalmente. 
Pero como la carga de la deuda sigue siendo extraordinaria y sigue sin acometerse en España una revisión del modelo de Estado (como, por ejemplo, lo acaba de hacer Francia con un gobierno socialista), las Comunidades Autónomas no dejan de buscar fórmulas para salir de esta situación. Naturalmente a costa del 'terrible' Estado Central.
Además de conseguir aplazar el pago de las primeras devoluciones de los préstamos del FLA (previstas para 2015), algunas de las haciendas regionales estarían encantadas de beneficiarse de una quita de la deuda. Algo así como, 'yo pago un x por ciento de mi deuda' y que el 'terrible' Estado Central Español pague el resto. En definitiva un premio por incurrir en 'riesgo moral' que disfrutarían especialmente las comunidades más endeudadas y que menos disciplina presupuestaria han ejercido.
La otra opción -que parece ser la que va a cuajar- consiste en 'reestructurar' la deuda. No sabemos en qué consistiría pero lo que podríamos esperar seria un canje de deuda a corto plazo y cara por deuda a largo plazo y barata. Más detenidamente explicado la operación seria parecida a esta. La deuda pública viva (no amortizada) de las autonomías se emitió cuando la prima de riesgo y los tipos de interés eran altos. Ahora que la prima de riesgo y los tipos de interés están muy bajos, el gobierno -a través del Tesoro- podría emitir una gran cantidad de deuda a largo plazo y barata (a tipos de interés muy bajos) y canjearsela (cambiársela) a las Comunidades Autónomas por 'su' deuda que es más cara. Esta operación, menos grosera que la de la quita, no dejaría de suponer que el coste financiero de la deuda emitida por las autonomías a tipos de interés altos se soportaría por el 'terrible' Estado Central que no es otra cosa, como sabemos que Vd y yo, nuestros hijos y nuestros nietos. También aquí las autonomías más beneficiadas serían las más endeudadas y las que quedarían 'con la espalda al aire' las que mas se ajustaron el cinturón presupuestario.
Naturalmente nada hay en la previsible agenda del próximo Consejo de Política Fiscal y Financiera que augure un proceso de revisión de las administración territorial del Estado como ya han hecho Alemania, Italia o Francia. Nada habrá parecido a lo que, por ejemplo, los hospitales generalistas han hecho unificando sus direcciones para aprovechar las economías de escala. La revisión del modelo de Estado sigue siendo una tarea pendiente y, de perpetrarse, la reestructuración de la deuda autonómica una tomadura de pelo a quien fue menos imprudente en la administración del dinero de todos.

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